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lunes, 27 de abril de 2009

¿Cómo puedo saber si mi chava realmente alcanzó el orgasmo?

Para muchos y muchas es factible que las mujeres puedan fingir un orgasmo, pero basta con conocer un poco de la fisiología de la respuesta sexual humana para saber que esto es prácticamente imposible. Gemir, gritar, hacer caras y retorcer el cuerpo son unas de las muchas técnicas utilizadas por la mujer para hacer creer a sus parejas que experimentan los orgasmos más intensos jamás antes vividos. Pero ¡Atención hombres! Ahora podemos saber con toda precisión quien finge y quien no.

El orgasmo es una sensación subjetiva caracterizada por un placer tan intenso que podría decir que es el único evento erótico del ser humano en donde el cuerpo toma poder sobre la mente. Pero el placer no es el único signo que acompaña al orgasmo de una mujer, también encontramos cambios físicos como aumento de la frecuencia respiratoria, euforia, contracciones musculares, taquicardias, hiperventilación entre otros. El problema es que estos signos si se pueden fingir o no se pueden ver. La buena noticia es que hay uno que es involuntario: Las contracciones específicas de los músculos que rodean a la vagina en el orgasmo. Se trata de unas contracciones musculares rítmicas que ocurren en el tercio exterior de la vagina, el útero y el ano. Las primeras contracciones son las más intensas y fáciles de percibir, y ocurren a un ritmo un poco menos de una contracción por segundo. Un orgasmo moderado puede tener de tres a cinco contracciones, uno intenso entre 10 y 15 contracciones. Este signo es imposible de fingir, ya que cuando un hombre está penetrando y ocurre un orgasmo en la mujer, las contracciones se sienten en el pene como un apretón de moderado a severo. Cuando una mujer intenta fingir este signo, nunca puede alcanzar tal ritmo. Las contracciones concientes de estos músculos siempre serán arrítmicas y mucho más espaciadas entre uno y otro.

Las causas del porqué las mujeres fingen los orgasmos son muchas, entre ellas están: educación culpígena, miedo al placer, dificultad para conseguir orgasmos, anorgasmia y hacer creer a su pareja que es un buen amante.

Si detectas que tu pareja sexual no esta teniendo orgasmos, vale la pena ayudarla de alguna manera para que entienda que los orgasmos se obtienen jugando al erotismo, y que no lo vea como un reto en su vida sexual.

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